La conoces a María?

Reflexión de fé y esperanza y profundo amor.
Un ángel le habló cuando tenía solo 15 años, sólo era una niña. Sólo una vez en su vida. El Evangelio no cuenta ningún otro encuentro con un ser angelical ni con Dios. 
Alcanzó para que lo engendrara, lo criara, lo educara. Y como buena madre lo pusiera en vereda en Caná, cuando no quería hacer lo que correspondía.

Lo vio padecer, ensangrentado y crucificado. 
Lo vio morir, sólo besó sus pies atravesados por el metal. Vio correr la piedra del sepulcro y permaneció de pie. Y aún así tuvo FE. Lloró hasta que se secaron las lágrimas y aún así tuvo FE.
Madre. Tu eres nuestra esperanza y nuestro camino hacia Dios. 
Tu que eres hija, esposa y madre.
Cubrenos con tu manto. Danos la dulzura del hijo para que podamos entre todos reconocernos como hermanos en tu hijo. Nuestro señor.
Señor te amo. 
Porque así es más fácil. 
Porque así es mejor. 
Ahhh, no te olvides que nadie te ama como Él.

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