El Viejo Matías

Invierno, frío, lluvia fría y mucho viento. 
Calles vacías y gente en sus casas abrigadas. 
En estos días se acentúan las soledades de los que no tienen nada, en los hospitales, en los geriátricos, en la calle, difícil de combatir el frío. 
Falta alguien que se acerque, que abrace, que traiga un poco de sopa o de café caliente. Cristo sufre en las calles en invierno.
Yo nací en el oeste de la provincia y recuerdo una persona que después Victor Heredia, famoso cantante argentino, inmortalizó en una canción. 
Era un grandote que andaba  por los trenes del Sarmiento, saludaba a todos y vivía de lo que le daban, le faltaba un tornillo pero era muy educado, andaba con un uniforme de fábrica y pasaba frío y hambre. Hoy veo tantos en esa situación, niños, mujeres, hombres y muchos ancianos. Es quizás una oportunidad de dar algo de nuestra alma, taunque sea una sonrisa, un abrazo, un cariño. 

"La lluvia y el viento eran dos  hermanos, 
corriendo furiosos por el terraplén
y en un banco oscuro, mojado y mugriento,
él se acomodaba su uniforme gris. 

El viejo Matías duerme en cualquier parte,
un fantasma errante le toca la piel,
pero cuando llueve sus despojos buscan
la estación de chapas de Paso del Rey.

Es cuco de niños y de no tan niños,
su figura triste cruzando el andén,
porque nadie ha visto sus ojos cansados,
la cruz del olvido temblando en sus pies."

No los dejemos solos, ni a ellos, ni a nuestros mayores. Nos necesitan. Estemos. 

Porque así es más fácil, porque así es mejor. 
Ahhh no te ólvides nadie te ama como Él.

Comentarios