#SeleccionesDeDios Los Dos Leñadores

Erase un vez que se era, un leñador, Álvaro, que se ganaba la vida cortando árboles en el bosque. Un día, conoció a otro leñador, Bartolomé, y acordaron ir juntos al trabajo al día siguiente. Ambos empezaron la jornada a la misma hora y talaron árboles durante 8 horas en el bosque. Los dos leñadores eran jóvenes y fuertes, de corpulencia y destreza similar, así que cada uno cortó 22 árboles; al atardecer regresaron a la aldea algo cansados, pero de buen humor porque la faena se les había dado muy bien…
El segundo día, Álvaro llegó media hora más tarde que Bartolomé, así que solo trabajó 7 horas y media, mientras que Bartolomé hizo sus 8 horas. De esta forma, mientras Álvaro solo taló 20 árboles, Bartolomé mantuvo su cuota de 21. Volvieron juntos a la aldea, pero Bartolomé no se atrevió a preguntar nada por el extraño retraso de Álvaro…
Así, siguieron unos cuantos días y la rutina se mantenía. Álvaro llegaba siempre media hora más tarde y mantenía su cuota de árboles talados, mientras que Bartolomé, quien trabajaba más tiempo que su colega, veía caer dramáticamente su producción día a día.
Después de la última jornada, de vuelta a casa, Bartolomé, picado por la curiosidad, preguntó a Álvaro dónde estaba el secreto de que mantuviera su cuota de talas, mientras que las suyas caían en picado.
—Muy fácil, Bartolomé —dijo Álvaro—. Cada día por la mañana dedico media hora a afilar mi hacha, justo lo que me retraso cada día en llegar al bosque; de esta manera mantengo el hacha en las condiciones óptimas de trabajo.
—El primer día, hicimos el mismo trabajo —continuó Álvaro—. El segundo día, tuve menos tiempo que tú, amigo Bartolomé, y talaste más árboles que yo. Pero a partir de ahí, mantuve mi cuota, mientras que la tuya bajaba cada día porque tu hacha estaba cada vez más mellada y cortaba peor. ¿Lo entiendes ahora, querido amigo?
—Sí, Álvaro, gracias. A partir de ahora también afilaré mi hacha. ¡No lo dudes! —sentenció Bartolomé.

Comentarios

  1. Que bueno, un punto que no siempre tenemos en cuenta a la hora de ser productivos.

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