Hermanos invisibles

Recuerdo un pequeño libro que leí hace muchos años. Se llama mi Cristo roto.
En una parte decía que el Cristo no tenía rostro y que había que ponerle el rostro de los pecadores, de los enfermos, de los que sufren. 
El Evangelio dice que Dios no quiere sacrificios sino misericordia, a que viene todo Esto?? Una pequeña gigante, una monja hace once años que se ocupa de las travestis, les da una oportunidad de vivir alejándose de la prostitución, del alcohol, de la droga, les da un abrazo verdadero, ve a Cristo en esas personas, a ese Cristo sin rostro de mi librito, no hace sacrificio, entrega misericordia y ciertamente es así. 

Las "trans" son menos que algo descargable para todos nosotros, una de ellas le pidió una cama limpia para morir. Porque ni siquiera tienen eso. Salen a la ruta o a la calle y no las acepta ni su familia. 
En nuestra entrevista en la radio con la hermana Mónica Astorga, nos enseñó en carne viva lo que es la misericordia. 
No necesita nada más que oración, amor, y misericordia. 
Hoy entendí Mateo 25. "Cuando señor estuviste desamparado y te cobije? Cuando lo hicisteis con el más pequeño del reino, a mi me lo hiciste" hoy el señor me cacheteo. 
Hoy el señor le puso rostro a mi Cristo roto.
Y me enseñó que con misericordia es más fácil y es mejor.
Ahhh no me olvido. Nadie me ama como Él.

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